La globalización y el crecimiento han propiciado el progreso y el desarrollo de las tecnologías y sobre todo en el área educativa, lo cual ha hecho que en el mundo de hoy, los estudiantes y el resto de la sociedad requieren aprender a usar las herramientas que les permitan dominar las habilidades de aprendizaje esenciales para la vida diaria y la productividad en el campo laboral, es por ello, que son muchos los retos en la preparación académica y personal que deberá ser abordada a fin de construir nuevos conocimientos y constituirse en estudiantes efectivos de la sociedad actual.
Esta nueva educación traspasa las aulas de clases y a su vez traspasa los valores y costumbres de una sociedad cambiante y exigente, que muchas veces se ve reacia a estas tecnologías.
Se tiene que la educación, como elemento fundamental para el desarrollo de las sociedades ha experimentado una serie de cambios y transformaciones producto de la globalización, lo que ha creado necesidades específicas que la educación debe cubrir para adaptarse a un entorno en el que la única constante es el cambio.
Todo esto nos lleva a deducir que la educación está obligada a cambiar desde sus bases para conseguir en los estudiantes y al resto de la sociedad una formación integral y como parte de ella, la habilidad de aprender a aprender, a hacer, a vivir y a convivir. Vale referir, que hoy día una persona educada debe ser sobre todo y ante todo flexible y poseer habilidades para adaptarse a nuevas situaciones, adquirir nuevos conocimientos y cuestionar viejos paradigmas para poder sobrevivir y enfrentar los desafíos del mundo actual
Con todos estos cambios, es necesario que el estudiante posea la capacidad para aprender y adaptarse cada día al nuevo entorno, en su poder de adaptación, desarrollando de esta manera habilidades que le permitan buscar, analizar, integrar y usar información de una manera continua e interdependiente.
Cabe señalar, que la inteligencia del ser humano no está en la capacidad de solucionar conflictos que se presenten sino en la habilidad que tenga para adaptarse a un mundo compartido y cambiante. El aprendizaje del nuevo siglo tiene que estar enfocado a la creación de nuevo conocimiento que permita al estudiante proyectarse sobre situaciones reales y dinámicas.
La sociedad en general tiene que adaptarse y funcionar en un contexto de continuo cambio, que responda a los desafíos de la evolución de la tecnología, cultura y sociedad, el proceso educativo debe ser redefinido buscando propiciar la participación activa y fomentando las bases para su auto reflexión.
Este nuevo paradigma educativo enfoca al estudiante como un elemento activo en el proceso enseñanza-aprendizaje a fin de desarrollar las habilidades necesarias para tener éxito en su desempeño personal y profesional, además de ello, la educación deberá orientarse en la motivación, resolución de problemas, trabajo colaborativo, trabajo en equipos y en base a proyectos definidos que constituyan un soporte para el crecimiento del estudiante.
Tomando en cuenta todos estos cambios cabe decir que, visualizando nuevo el perfil del estudiante del siglo XXI deberá estar orientado a ser responsable de su propio proceso de aprendizaje, constituirse en un individuo participativo y colaborativo, capacidad de auto reflexión y generador de conocimiento.
La contribución de la tecnología a la educación se abre como un abanico de oportunidades con respeto a las modalidades formativas y sobre todo a la educación a distancia, la cual brinda un grado de sofisticación y potencialidad técnica. Y a su vez nos brinda la oportunidad de seguir estudios dentro y fuera del país, combinando nuestras actividades
La educación tiene el mismo un mismo fin, ya sea presencial o virtual, nos formas para nuevos retos.
Esta nueva educación traspasa las aulas de clases y a su vez traspasa los valores y costumbres de una sociedad cambiante y exigente, que muchas veces se ve reacia a estas tecnologías.
Se tiene que la educación, como elemento fundamental para el desarrollo de las sociedades ha experimentado una serie de cambios y transformaciones producto de la globalización, lo que ha creado necesidades específicas que la educación debe cubrir para adaptarse a un entorno en el que la única constante es el cambio.
Todo esto nos lleva a deducir que la educación está obligada a cambiar desde sus bases para conseguir en los estudiantes y al resto de la sociedad una formación integral y como parte de ella, la habilidad de aprender a aprender, a hacer, a vivir y a convivir. Vale referir, que hoy día una persona educada debe ser sobre todo y ante todo flexible y poseer habilidades para adaptarse a nuevas situaciones, adquirir nuevos conocimientos y cuestionar viejos paradigmas para poder sobrevivir y enfrentar los desafíos del mundo actual
Con todos estos cambios, es necesario que el estudiante posea la capacidad para aprender y adaptarse cada día al nuevo entorno, en su poder de adaptación, desarrollando de esta manera habilidades que le permitan buscar, analizar, integrar y usar información de una manera continua e interdependiente.
Cabe señalar, que la inteligencia del ser humano no está en la capacidad de solucionar conflictos que se presenten sino en la habilidad que tenga para adaptarse a un mundo compartido y cambiante. El aprendizaje del nuevo siglo tiene que estar enfocado a la creación de nuevo conocimiento que permita al estudiante proyectarse sobre situaciones reales y dinámicas.
La sociedad en general tiene que adaptarse y funcionar en un contexto de continuo cambio, que responda a los desafíos de la evolución de la tecnología, cultura y sociedad, el proceso educativo debe ser redefinido buscando propiciar la participación activa y fomentando las bases para su auto reflexión.
Este nuevo paradigma educativo enfoca al estudiante como un elemento activo en el proceso enseñanza-aprendizaje a fin de desarrollar las habilidades necesarias para tener éxito en su desempeño personal y profesional, además de ello, la educación deberá orientarse en la motivación, resolución de problemas, trabajo colaborativo, trabajo en equipos y en base a proyectos definidos que constituyan un soporte para el crecimiento del estudiante.
Tomando en cuenta todos estos cambios cabe decir que, visualizando nuevo el perfil del estudiante del siglo XXI deberá estar orientado a ser responsable de su propio proceso de aprendizaje, constituirse en un individuo participativo y colaborativo, capacidad de auto reflexión y generador de conocimiento.
La contribución de la tecnología a la educación se abre como un abanico de oportunidades con respeto a las modalidades formativas y sobre todo a la educación a distancia, la cual brinda un grado de sofisticación y potencialidad técnica. Y a su vez nos brinda la oportunidad de seguir estudios dentro y fuera del país, combinando nuestras actividades
La educación tiene el mismo un mismo fin, ya sea presencial o virtual, nos formas para nuevos retos.

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